La información genética de cada especie está repartida en muchas hebras de ADN dentro del núcleo. Cada molécula de ADN está integrada por varios genes. Cada hebra enrollada en si misma es lo que llamamos cromosoma. Las ratas tienen 42 cromosomas. La planta de tomates, 36. Los humanos poseemos 46 cromosomas en cada célula de nuestro cuerpo. Digo en cada célula, porque toda nueva célula surge de una anterior que le pasa una copia de su información genética. Si seguimos así para atrás, retrocederíamos hasta llegar al cigoto que se formó por fusión de un espermatozoide y un óvulo, antes de nuestro desarrollo embrionario que nos transformó en personas. Los distintos tejidos tienen distintas funciones y producen distintas sustancias porque usan distinta información genética para producirlas, pero eso no quiere decir que no tengan el manual de instrucciones completo. Ahora bien, todas nuestras células tienen la misma cantidad de cromosomas, y todos los humanos tenemos también la misma cantidad de cromosomas. 3. Entonces, ¿cómo se explica que seamos distintos?