1. Los receptores sensoriales responden a un estímulo adecuado con una señal eléctrica llamada . Los estímulos más grandes propician que estas señales sean mayores que las señales de estímulos pequeños. Al final, la intensidad de un estímulo se transmite al cerebro codificado por el/la de los potenciales de acción en axones conectados a zonas sensoriales específicas del cerebro. 2. Los receptores sensoriales se sintonizan con precisión para responder a estímulos específicos. Los/Las responden a la deformación física, como el contacto o la presión.
Los/Las responden a la luz. Los receptores en las papilas gustativas y el epitelio olfatorio son ejemplos de .
3. El oído de los mamíferos consta de tres partes: el oído externo, medio e interno. El cartílago cubierto de piel unido a la superficie de la cabeza es el/la , que recoge las ondas sonoras y los canaliza hacia el canal auditivo hacia la membrana flexible llamada el/la .
Esto se conecta a tres huesos pequeños, el/la ,
y . El último huesillo hace vibrar el/la , el principio de la cóclea. Dentro de la cóclea, las vibraciones finalmente mueven los cilios de los mecanorreceptores especializados llamados .
4. La luz entra al ojo humano a través de y
, y después pasa por la pupila, que es un orificio en el/la . La luz después pasa por el/la y antes de llegar a la retina. Ambos, y , participan en el enfoque de la luz.
5. La retina del ojo humano contiene dos tipos de fotorreceptores, llamados y . Los/Las son más grandes y sensibles a la luz y producen visión en blanco y negro. Los/Las se sitúan principalmente en la región central de la retina, llamada
. Estos fotorreceptores son más pequeños y menos sensibles a la luz, pero permiten distinguir los colores.
6. En los humanos, hay cinco tipos de sensaciones del gusto:
, , , y
. Las moléculas desprendidas del alimento que se incorporan al aire dentro de la boca se detectan por el sentido del , que de hecho representa una función importante en la percepción del gusto del cerebro.